En el antiguo Egipto, la gente con enanismo podía realizar diversas funciones. En la corte, algunos de ellos divertían al faraón con sus ocurrencias, al modo de los bufones medievales. Pero muchos de estos personajes, tanto hombres como mujeres, llegaron a ostentar cargos de gran importancia y fueron enterrados junto a las tumbas de sus señores.