Dos genialidades de Ozil y el trabajo ímprobo de Xabi Alonso y Khedira, unida al sacrificio de Callejón y el pundonor de Ramos. Todas esas armas tuvo que sacar el Madrid de su fondo de armario para imponerse a un Valladolid que mereció mucho más.

No soy muy amigo de las comparaciones, pero hay que reconocer que existen ciertas similitudes entre Djukic y el ex entrenador del Real Valladolid Mendilibar. Ambos llegaron al Pucela con el equipo en Segunda División y devolvieron la ilusión a la, por entonces, alicaída parroquia vallisoletana. Sin entrar en debates entre ambos técnicos (Mendi es agua pasada), lo cierto es que hay que agradecer a ambos entrenadores algo muy importante: dotaron desde un principio al equipo de un estilo y una identidad propios.

Manuel Peña Escontrela, ex delantero de Real Valladolid, Zaragoza y Cádiz, entre otros equipos, ha fallecido en Ponferrada y con él desaparece el artesano del primer "pucelazo", tal y como se acuñó periodísticamente la primera victoria del equipo vallisoletano en el Camp Nou (2-4). Fue un 18 de diciembre de 1987 y aquel día el jugador lucense, berciano de adopción, fue el autor de tres de los cuatro goles del conjunto vallisoletano.

REAL VALLADOLID 6 - 1 RAYO VALLECANO. El planteamiento de Djukic fue magnífico, de consumado estratega, de general curtido en mil batallas. Cuando todos esperan una cosa, él hizo todo lo contrario. Tuvo la cintura necesaria para cambiar la manera de jugar del equipo y, sobre todo, tuvo el especial mérito de conseguir convencer a sus futbolistas. Supo inculcarles la idea de que para ganar era necesario, esta vez sí, hacer las cosas de otro modo. Y ni el gol inicial de Chori Domínguez le hizo dudar de sus disposición táctica.