Es, posiblemente, la gran sorpresa de lo que llevamos de Eurocopa. La modesta selección de Islandia dejó fuera a Inglaterra tras imponerse por 2-1 en su duelo de octavos. Lo intentó hasta el final Inglaterra, pero Islandia resistió y logró su billete para los cuartos de final, donde se medirá a Francia.

Croacia saltó al terreno con las ideas claras: quería gobernar el partido a base de posesión y ataque para cerrarlo cuantos antes con un par de goles. Con los talentosos Ivan Rakitic y Luka Modric al mando, ayudados arriba por Ivica Olic y Mario Mandzukic, el partido fue durante gran parte de la primera mitad un monólogo croata.