Tras una agónica tanda de penaltis, en la que el arquero luso Beto ha jugado un papel determinante, el Sevilla se ha adjudicado En 2006 cayó el Middlesbrough (4-0), un año más tarde sucumbió el Espanyol (perdió en la tanda de penaltis) y hoy, 14 de junio de 2014, le ha tocado el turno al Benfica. El Sevilla, tras una agónica tanda de penaltis, ha logrado adjudicarse la tercera Europa League (anteriormente Copa de la UEFA) de su historia, algo que hasta ahora sólo habían logrado Liverpool (1973, 1976 y 2001) e Inter de Milán (1991, 1994 y 1998).

El Valencia, que ganó 5-0 al Basilea remontando así el 3-0 adverso de la ida, y el Sevilla, que se impuso por 4-1 al Oporto, se clasificaron este jueves para las semifinales de la Europa League, a las que también accedieron Juventus y Benfica.

El Atlético de Madrid venció al Barcelona por 1 a 0 y lo eliminó en los cuartos de final de la Champions League. En la ida empataron 1 a 1. Un arranque rojiblanco lanzado a todo trapo dio unos 20 minutos con tres palos y un gol en el arco de Pinto. Los de Martino se rearmaron después del tanto de Koke, amasando ya más la pelota con Neymar mucho más activo que Leo Messi trabajando por el carril izquierdo.

A mediados de los 90 apareció una generación de jugadores en uno de los clubes más exitosos de las islas británicas, el Liverpool FC, que lamentablemente no logró hacer honor a la historia del club, que hasta ese momento era el más laureado de Inglaterra, tanto en competiciones domésticas como europeas. Esa generación de futbolistas fue bautizada como los Spice Boys, un término peyorativo para describir su comportamiento y estilo de vida fuera de los terrenos de juego.