José Mourinho estuvo sentado por última vez en el banquillo local del Bernabéu. El estadio estuvo enfrentado; unos le pitaron, otros corearon su nombre. Los que más, los Ultras Sur, que dieron una placa a Mou tras el partido. Al final del encuentro, Mourinho agradeció sólo el apoyo del fondo sur y se marchó a vestuarios. Después de marcharse, los Ultras estuvieron hasta cuarto de hora en su lugar.Pidieron que volviese Mourinho y el técnico regresó para despedirse de ellos. Mou recibió una placa de los Ultras,les abrazó y se fotografió con ellos