La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. El Madrid lanzó en Málaga la piedrita a la casilla final, hizo equilibrios para llegar hasta ella y se agachó al suelo para recoger la Liga. Una Liga que ha tardado un lustro. Tardado y durado. Han pasado tantas cosas desde aquel lejano mes de agosto que el campeonato ha parecido más largo de lo habitual. Tantas cosas que ha hecho bien Zidane, tantas cosas que ha hecho bien el equipo, tanto fútbol y tanto gol que no hay quien ponga un pero al triunfo madridista, el que no necesita ir a la consulta del doctor pero ya dice treinta y tres.