Despues de que se acusara que el logotipo y el mote con el que se identificaba el conjunto de la capital de Estados Unidos era racista, motivo por el cual la directiva decidió suprimirlos.

Cuatro antiguos canteranos negros del Chelsea llevarán al club a los tribunales alegando que durante años el entrenador Gwyn Williams les sometió a abusos racistas, desde insultos y tocamientos hasta vejaciones delante de sus compañeros. Las víctimas aseguran que fue "una experiencia traumática" que afectó no solo a su carrera, sino también a sus relaciones personales. Asimismo, acusan de hipócrita a la entidad, de la que dicen que ahora participa en las protestas del Black Lives Matter pero lleva 25 años sin ofrecerles ningún tipo de apoyo.