Las Islas Canarias se podrían recorrer sin tocar un solo kilómetro de asfalto, pero también sin probar ni un sólo plato típico de la península. Su riqueza y variedad paisajística sólo encuentra rival en una gastronomía salpicada de aromas caribeños y africanos. El mojo picón, plátano, papas arrugás, el gofio y la miel de palma.