Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Hawái en Manoa reveló que una gran y compleja molécula, llamada lipopolisacárido, producida por bacterias es responsable de inducir a las larvas de gusanos tubícolas marinos, Hydroides elegans, a asentarse en el lecho marino y comenzar los complejos procesos de metamorfosis.

Este insecto no se reproduce, ya que representa la versión joven de una mariposa. El proceso de transformación de una oruga en mariposa requiere de dos a cinco semanas. La cabeza de la oruga es la parte más atractiva del insecto. Presenta seis pares de ojos a ambos lados y seis patas a cada lado. Así, lo que todas las orugas tienen en común es la increíble metamorfosis que experimentan en su viaje del huevo a la mariposa o la polilla. Por lo que durante esta etapa larvaria, su propósito principal es comer y crecer. Crecen tanto durante sus breves vidas que por lo general mudan su piel varias veces, a menudo renovando su apariencia rápidamente. Pueden aumentar su masa corporal hasta 10K veces