No hace mucho, la aparición en Chile de una zanja con los cadáveres de alrededor de 1.500 terneros llenó los diarios en ese país. El hallazgo tuvo lugar en los terrenos de la empresa neozelandesa Manuka, líder en producción de leche en Chile. En un hecho casi sin precedentes, un político, el diputado Fidel Espinoza del partido PS, denuncia estos hechos como maltrato animal y psicológico para los trabajadores, obligados por los encargados a aniquilar a miles de animales al año (unos 5.000). El fin es que no consuman la leche de sus madres.