Cada 25 de julio se celebra en Vitoria-Gasteiz, capital de Euskadi, una de las muchas carreras de burros que tienen lugar en todo el territorio nacional. En contra de las diferentes, e insuficientes, normativas proteccionistas, los burros son obligados, empujados, zarandeados, golpeados, humillados. Para diversión de los asistentes, acaban sufriendo daños físicos, angustia y terror.