Las obras desarrolladas en el centro de la ciudad en los últimos años han puesto de relieve una realidad: Vigo se construye sobre “otro Vigo” que pisamos a diario. La recuperación de la Villa Romana de Toralla en 2007 fue la primera intervención de este tipo. Dos años después veían la luz las salinas de Rosalía de Castro, musealizadas en el centro de interpretación Salinae. El último en sumarse a la lista es la fortaleza de O Castro. Los túneles que dan acceso al antiguo baluarte defensivo de la ciudad permiten recrear el asedio inglés de 1705.

El Centro Arqueolóxico Salinae, ubicado a siete metros bajo la rasante de Rosalía de Castro, fue inaugurado en el año 2009 para musealizar las estructuras descubiertas en ese solar en 1998, en el marco de una intervención arqueológica dirigida por J. C. Castro Carrera. Única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano. Por su excelente estado de conservación, este yacimiento arqueológico de Vigo permite entender el funcionamiento de una instalación salinera y cómo los romanos producían este mineral.

Según reza en el panel informativo que está junto a la verja que protege este rincón, se trata de “uno de los ejemplos de ingeniería civil medieval mejor conservados de la ciudad”. Está situado en el barrio Balaídos, en la Rúa Travesía da Ponte Romana. La realidad es que el puente está casi cubierto por completo de maleza, tal como puede comprobarse en esta fotografía. Por eso, lo que dice el panel parece una auténtica burla, o una gran irresponsabilidad. Es vergonzoso que una joya medieval permanezca en el abandono más absoluto.