El puente de acceso a Toralla continuará siendo una concesión de una empresa privada, Toralla SA, durante otros 40 años más, hasta 2064, salvo que se produzca una compra de los derechos o un acuerdo, lo que parece poco probable. Toralla es un misterio para la mayoría de los vigueses, con una frontera hace años colocada en la playa de Vao y que tras una dura pugna judicial fue trasladada hasta la entrada de la urbanización.

Según reza en el panel informativo que está junto a la verja que protege este rincón, se trata de “uno de los ejemplos de ingeniería civil medieval mejor conservados de la ciudad”. Está situado en el barrio Balaídos, en la Rúa Travesía da Ponte Romana. La realidad es que el puente está casi cubierto por completo de maleza, tal como puede comprobarse en esta fotografía. Por eso, lo que dice el panel parece una auténtica burla, o una gran irresponsabilidad. Es vergonzoso que una joya medieval permanezca en el abandono más absoluto.