Desde que comenzó su desarrollo en 2002, el sukhoi-57 acumula una larga serie de problemas que explican por qué no interesa ya a nadie. Incluso los indios, que pusieron al alcance de Rusia ingeniería y dinero para su desarrollo, se retiraron en 2018 del proyecto. Problemas de ensamblaje dan como resultado que el avión no es "invisible" como sí lo son el F-35 o el F-22 americanos o el J-20 chino. Para colmo, sus motores Saturn tuvieron tantos problemas que al final se optó por opciones con menor empuje y más peso. El embargo tras Crimea tambíén