¿Puede uno de los supermercados más potentes de España perder 30 millones en su negocio online cada año? Por supuesto. Tan sólo tiene que proponérselo y arrastrar una página web digna de principios de siglo hasta 2017. Una que su propio presidente ejecutivo y máximo accionista, el empresario valenciano Juan Roig, calificó recientemente de "mierda" en un arranque de sinceridad.