Si tu proyecto requiere de aplicaciones de terceros, procesar operaciones complejas, realizar transacciones con tarjetas de crédito, recibir una gran cantidad de tráfico al día, mantener una base de datos o alojar todos los recursos y memoria de tus equipos de cómputo; un hosting compartido puede comprometer la privacidad de tus usuarios y empresa y, por lo tanto, no garantizar el 100% de los servicios o necesidades de tu proyecto virtual.