En mayo de 2012 era considerado como un ejemplo como startup en Europa y el éxito con Angry Birds, su 'joya' en forma de juego, era imparable. Dos años después, la finlandesa Rovio ha anunciado el despido de 110 trabajadores y el cierre de uno de sus estudios. Es la paradigmática historia del que otrora fue uno de los grandes de los juegos móviles en el mundo.