Parrot, la compañía creadora de los drones domésticos, hace evolucionar sus máquinas voladoras para hacerlas más pequeñas, manejables y divertidas. La compañía francesa ha creado dos gamas de producto diferenciadas: una voladora, que también se desliza por suelos, paredes y techos; y otra terrestre, pero capaz de saltar, sortear todo tipo de obstáculos y resistir golpes. La voladora se llama Rolling Spider, cuesta 99 euros, y se mueve con gran estabilidad y rapidez, haciendo todo tipo de piruetas.