Como hombre de amplia curiosidad, Terry Pratchett se sintió atraído muy pronto por los ordenadores personales. En 1981, compró un Sinclair ZX81 en forma de kit y lo soldó con éxito. Pronto pasó a un Sinclair Spectrum y luego a un Amstrad CPC 464, que fue su primer ordenador lo suficientemente potente como para ejecutar un práctico procesador de textos. A partir de la segunda novela de Mundodisco, escribió todos sus libros de forma digital; esto fue, sin duda, un factor que contribuyó al prodigioso ritmo de escritura (...)