De manera equivalente a como utilizamos las manos para las pantallas táctiles o la voz para consultar con los asistentes, el seguimiento de la mirada quiere convertirse en la siguiente forma natural de interactuar con los dispositivos. Una acción que se engloba dentro de la corriente 'contactless' impulsada por la pandemia y una vía para controlar productos, más accesible para personas con movilidad reducida.