Una vasija que va creciendo sin barro ni torno, sin siquiera manos que la moldeen. Una escultura que debe su formación a millones de células hackeadas, desarrollándose en la forma deseada. Eso es lo que han conseguido ingenieros de la Universidad de California-San Francisco. Los laboratorios ya usaban la impresión en 3D. Ahora con ensamblaje de células programadas por ADN (DPAC) se establece una plantilla inicial de un tejido. Diminutas esculturas vivas que, quizás en el futuro, podrían ser órganos. En español: goo.gl/WVkqd8

Éstas estructuras se crean utilizando una nueva tecnología vanguardista de impresión 3D llamada litografía Multifotónica. En última instancia, estas obras se crean usando el fenómeno físico de absorción de fotones. Realmente esto es Arte, creado a partir de la Física Cuántica.

Una cosa es dejar un dibujo sobre el PCB o grabar un patrón curioso en el silicio de un chip, y otra es crear una escultura tridimensional a una escala de unos pocos micrones. La diferencia es que aquí se transmite y enfoca luz a través del microscopio, provocando que un polímero absorba dos fotones. Esa absorción se lleva a cabo solamente en el punto focal, lo que permite controlar con precisión el endurecimiento del material. La escala de las esculturas equivale al crecimiento que experimentan nuestras uñas en cinco o seis horas.

Un equipo de desarrolladores, está actualmente trabajando en una interesante combinación de Oculus Rift y un controla de movimiento de Hydra, para crear el VRClay.

Se trata de una máscara y un busto que muestran al presidente de los Estados Unidos Barack Obama con traje de corbata y mirando al frente. Las reproducciones, creadas a partir de datos, son el primer retrato presidencial impreso en 3D.