Durante la Guerra Fría la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de Norteamérica creó y mantuvo un escuadrón secreto formado por aviones soviéticos obtenidos de las más diversas maneras, muchos de ellos gracias a la deserción de sus pilotos. Los EE UU examinaban cuidadosamente todo avión de la URSS caído en sus manos. Algunos, tras volar desde la isla de Cuba. El escuadrón 4477 de pruebas y evaluación fue creado por el Comando Aéreo Táctico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para aprender las características de vuelo de los aviones rivales