La Primera Guerra Mundial fue el primer conflicto bélico moderno de la historia. Y como tal, deparó millones de muertos, pero también una revolución integral y transversal de las armas de guerra. No sólo en materia de tácticas, sino en aspectos antes ajenos al arte bélico como la aviación, los submarinos o los carros blindados. Aquello que se libró en los campos belgas y picardos durante cuatro años era reconocible como una guerra sólo por el barro y la sangre, pero todo lo demás había cambiado. Y lo había hecho para siempre.

Aeroscraft Aeronautical Systems, que ha desarrollado un dirigible de carga experimental, interpuso el pasado lunes 10 de marzo una demanda de 65 millones de dólares contra la Armada de los Estados Unidos. La aeronave se encontraba estacionada en un hangar que la empresa tenía alquilado a la Navy estadounidense cuando parte del tejado de dicho hangar se vino abajo ocasionando graves daños al aparato. Noticia en inglés.