Hoy os hablamos de Kuratas, un robot de 5 toneladas de peso y cerca de 4 metros de altura específicamente desarrollado para ser pilotado desde su interior. A pesar de su agresivo aspecto, los responsables del proyecto lo califican como una obra de arte, afirmando que no puede causar daños a terceros. De hecho, a modo de armas dispone de un lanzador de botellas de agua y otro de pequeñas bolas de plástico que se disparan al detectar la sonrisa del piloto.