A las seis de la tarde de este sábado, Barcelona se ha vestido de negro para rendir homenaje a los 15 muertos que dejaron los ataques terroristas de la pasada semana. Bajo el grito de "no tengo miedo", medio millón de personas (según los cálculos de la Guardia Urbana) se han manifestado en el Passeig de Gràcia durante poco más de una hora, respondiendo así a la barbarie con una marcha multitunidaria. "Venimos a exigir la paz, a dejar claro que nuestra respuesta a la violencia es la solidaridad", explica a este diario Silvia, una mujer...