Rusia ha botado el casco del que pronto será el rompehielos nuclear más grande del mundo, provisto con 2 reactores: el nuevo Arktika será también el más potente y se unirá a la flota de Rosatomflot para ayudar a mantener las defensas nacionales y la navegación ártica. Con 179m de longitud, 34 de manga y 33.540 toneladas de desplazamiento, podrá atravesar hielo de más de 3m de espesor y 3,6 de profundidad. Es el primero de la nueva clase 22220 y cuesta 1.900 millones de dólares. La botadura, de gala, ha sido en los Astilleros Bálticos de S.P.