Samsung ha tenido suficiente por este año con la presentación del Galaxy S8, un móvil con unas prestaciones altísimas, un diseño que puede dejar en mal lugar al iPhone y con bastantes novedades más allá de su aspecto. Con esto sobre la mesa, quizá hayan preferido tomarse con calma lo de las pantallas flexibles. Ya informamos anteriormente que Samsung preparaba un teléfono plegable, como los Motorola de principios de los años 2000, pero con toda la potencia de un móvil inteligente actual.