Entre los fanzines los libros y las ilustraciones, el festival Gutterfest de autoedición celebrado en Barcelona guardaba una sorpresa para los visitantes: en varias mesas, chavales que rondaban la veintena vendían casetes caseras de música. Tenían las portadas dibujadas a mano y la caja de plástico se camuflaba bajo una sobrecubierta de cartón con un nudo de hebras de rafia. Tecnología obsoleta decorada con pretecnología, artesanía de la era postindustral. Sesiones confeccionadas escuchando los temas con el dedo en el botón de pausa, igual qu