Tienes un trabajo estable, que te llena, que te hace sentirte realizado como profesional, que te permite llegar a fin de mes y pagar tus facturas, tus ratos de ocio, tus vacaciones e incluso ahorrar. Aunque el trabajo te absorbe y te exige mucho, agradeces esa apacible tranquilidad, la de saber que tienes tus necesidades cubiertas. Estás orgulloso de lo que has conseguido, pero no te sientes tan feliz como pudiera parecer…