La UNESCO ha determinado que la mayoría de los asistentes digitales han sido diseñados con perfiles femeninos, desde la voz hasta la personalidad, como los casos de Siri, para Apple; Alexa, en Amazon; y Cortana, de Microsoft. El carácter que se les imprime suele ser sumiso y servil, lo que hasta les hace responder de forma cortés a los insultos, reforzando así los estereotipos sexistas, ha indicado. Como ejemplo la UNESCO ha mencionado el caso de Siri, que cuando los usuarios la llaman "puta" contesta con un "me sonrojaría si pudiera".