Una mañana cualquiera, aparece un correo en tu bandeja de entrada. Es de tu banco. Y parece urgente, porque dice que ha habido un problema con tu cuenta 'online' y que, si no lo solucionas, podrías quedarte sin acceder a tu cuenta bancaria. Debes volver a escribir tu contraseña para que sea segura, así que pinchas en el link que viene adjunto, te lleva a la web de tu banco, insertas la contraseña y te sale un mensaje diciendo que ya está todo solucionado.