Desde antes de que empezará a expandirse la fibra óptica en nuestro país, los políticos habían establecido que, para el año 2020, la velocidad de conexión a Internet tenía que ser al menos de 30 Mbps para toda la población. Fue en el año 2011 cuando se estableció este objetivo, pero la brecha digital todavía es demasiado grande. Mientras que los grandes núcleos urbanos cuentan con una gran cobertura de fibra óptica en la actualidad, así como conexión 4G y 4G+, en las zonas rurales la cobertura de fibra es muy escasa.