Fabricar una caja de cambios es un proceso muy elaborado, desde la primera fase de diseño, pasando por la innovación en materia de tecnología, materiales, forma de construcción y objetivos que debe alcanzar, hasta el ensamblaje, una última fase muy comprometida y que puede convertir a este elemento en una ventaja para los usuarios o una tortura para la marca. Piensa además que todos los coches convencionales tienen una caja de cambios y es muy raro el cliente que necesita cambiarla en un taller. Por ello, fabricarlas es todo un reto.