El almacenamiento es cada vez más denso y barato. Los discos duros ya superan los 18 TB de capacidad, y las tarjetas de memoria y pendrives cada vez tienen más gigas. Sin embargo, el almacenamiento a largo plazo sigue siendo un problema en según qué situaciones, ya que los SSD mueren si no se usan, y los discos duros de alta capacidad son caros. Por ello, un grupo de investigadores ha creado una nueva forma de almacenar datos con una densidad y durabilidad impensables hasta hace poco.