Para que un robot pueda “aprender” lengua de signos resulta necesario combinar distintas áreas de la ingeniería, como la inteligencia artificial, las redes neuronales o la visión artificial, además de unas manos robóticas sub-actuadas. “Una de las principales novedades de esta investigación es que hemos juntado dos grandes partes de la Robótica: los sistemas complejos (como las manos robóticas) y la interacción y comunicación social”, explica uno de los investigadores, Juan Víctores, del Robotics Lab del departamento de Ingeniería de Sistemas.