Los videojuegos tienen su propio lenguaje, su manera específica de contar historias: la narrativa interactiva. No se escribe igual para un juego que para una novela o una película. Pero esa forma de contar historias no nació en el ocio electrónico ni tampoco está circunscrita a él, aunque sí sea su máximo exponente. La narrativa interactiva (o no lineal) se puede definir sencillamente como aquella forma de contar historias capaz de reaccionar a la aportación de su receptor.