Una explosión radiactiva se registró en un laboratorio de Nuevo México, EEUU, y el motivo fue que un empleado de seguridad adquirió una marca incorrecta de arena absorbente para gatos. Esos productos suelen utilizarse, por su contenido de sílice, para estabilizar sustancias radiactivas. Pero el empleado se equivocó de marca, y compró una versión orgánica sin sílice. Por tal motivo, la arena absorbenteno cumplió la función esperada. El tonel que contenía material radiactivo explotó, causando una fuga de radiación que afectó a 21 personas.