Fátima Pérez Sastre participó en el desarrollo de esta máquina que parece sacado de un libro de ciencia ficción. A sus 22 años, Fátima, a la vuelta de su segundo año de ingeniería biomédica en Corea del Sur, empezó con unas prácticas en una start up, entró como becaria en BioDan y la contrataron en la investigación y desarrollo de una impresora en 3D que imprime piel. La bio impresora permite replicar la estructura natural de la piel, con una capa externa, la epidermis, junto a otra más profunda, la dermis. Hasta ahora se hacía de forma manual.

Japón pone en órbita un micro-satélite con el cohete más pequeño del mundo

Una investigación conjunta de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha despertado el interés de la Agencia Espacial Europea y de industrias del sector espacial. Se trata de un nuevo sistema para satélites que permite generar potencia eléctrica y empuje a bordo sin necesidad de usar propulsante. Este avance, que ha dado lugar a dos patentes, no emplea combustible alguno, ya que se sirve de los recursos naturales del entorno espacial.

Pese a que la invención de la fregona tiene mucho que ver con el territorio aragonés, en esta ocasión ha sido una empresa de Cádiz la que ha revolucionado al mundo con el perfeccionamiento de este artilugio. Una innovación que le ha valido a la compañía Sprimsol para obtener el premio al mejor limpiador del mercado que otorga la revista internacional 'Tomorrow's Cleaning' por su 'fregona mágica'. Y es que se trata de una fregona que se escurre sola, reduciendo así el esfuerzo necesario para llevar a cabo las tareas de la limpieza.

El Delta IV, tanto en su versión Medium como Heavy, es un lanzador criogénico que usa hidrógeno y oxígeno líquidos como propelentes en la primera etapa. Otros cohetes como el Ariane 5 europeo, el H-II japonés o el CZ-5 chino también usan hidrógeno en la primera etapa, aunque combinado con otras fases que queman distintos propelentes.