Es barata y consume hasta 100 veces menos energía. La consideran uno de los materiales del futuro; el invento, fabricado a partir de nanotubos de carbono, corre a cargo de científicos japoneses. En comparación con las luces LED, la nueva fuente de luz basada en nanotubos de carbono tiene un consumo de energía mínimo. Se calcula que utiliza alrededor de 0.1 watts por hora de funcionamiento, unas 100 veces menos que las luces LED.