El catedrático y director del grupo de Robótica, Visión y Control (GRVC) de la Universidad de Sevilla, Aníbal Ollero, proviene de una familia de pilotos y desde niño miró el mundo subido a cabinas de aviones. Eso, unido a una inquietud innata por los robots, le ha llevado a especializarse en robótica aérea y, como Da Vinci, a poner en las aves el foco de su inspiración. A sus espaldas carga actualmente con trece proyectos europeos y varios contratos con empresas con un mismo hilo conductor: potenciar la robótica aérea.