Lo que está claro es que algo está cambiando en la ficción nacional. En primer lugar porque con “La catedral del mar”, Antena 3 renuncia voluntariamente a la ficción para todos los públicos. El capítulo 1 retrata una Cataluña medieval sucia, pobre, violenta y dolorosamente injusta, que hace imposible su visionado con niños o personas sensibles. El piloto, escrito por Rodolf Sirera, es una patada en la boca del estómago del espectador y mi reflexión al verlo fue que, por fin, se estaban haciendo series exclusivamente para adultos en España (...)