Febrero, mes efímero de frío y nieve, de manta y sofá, de series de paso que comienzan a desperezarse y de otras que vuelven tras unas merecidas vacaciones. Todo se mueve muy lento en febrero… menos Netflix, que va a otro ritmo y no espera a nadie.
La acción se desarrolla en nuestro mundo pero dentro de 300 años, y en los 10 episodios se narra la historia centrada en un argumento singular: el de que es posible almacenar la consciencia humana para luego "descargarla" en nuevos cuerpos y, en esencia, que esas personas no mueran nunca. Solo los más ricos del planeta tienen acceso a una tecnología que no solo les permite vivir para siempre, sino hacerlo con cuerpos cada vez mejores.