El menor, que estaba con el acusado en virtud del régimen de visitas acordado en el proceso de separación de sus padres, tuvo que ser asistido en el HUCA por mareos, náuseas, visión borrosa y malestar general. La analítica realizada al menor en orina a su ingreso en el hospital confirmó la presencia de THC en su organismo. Según el informe emitido por el forense, el menor tardó en curar dos días sin secuelas, sin requerir tratamiento médico específico alguno.