El caso permaneció sin resolver durante más de 40 años. Hasta que el pasado martes, un juez de la Corte Suprema de Nueva Gales del Sur en Australia declaró a Chris Dawson, de 74 años, culpable de haber asesinado a su esposa, Lynette. Chris, exjugador de rugby profesional, vivía con ella y los dos hijos de la pareja en Sídney. Eran una familia aparentemente normal hasta que ella desapareció sin dejar rastro en enero de 1982. Tenía 33 años.