Todo comenzó el pasado 27 de abril, cuando un perro descubrió un brazo humano en una finca de la partida de El Espartal. El hallazgo tuvo lugar en una parcela entre los polígonos industriales de El Espartal y la subestación eléctrica, cerca de la carretera CV-774 que conecta Xixona con Busot. Uno de los detalles que llamó la atención de los investigadores fue la presencia de un anillo de oro en uno de los dedos de la víctima, que llevaba incrustada una piedra. Desde el día del hallazgo, se han llevado a cabo numerosas batidas sin resultado.