El buque, perteneciente a las Fuerzas Armadas de Rusia, que desde el mar Negro entró en las aguas de Turquía, en el mar de Mármara, pasando por el estrecho del Bósforo, siguió su camino hacia el Mediterráneo.
Esto ocurre mientras que Turquía puso trabas el año pasado a la navegación de buques rusos por los estrechos del Bósforo y Dardanelos entre el mar Negro y el Mediterráneo, en un intento para impedir la presencia de Rusia en Siria.