Aunque no tengan ojos, las alubias son capaces de saber dónde está exactamente el palo de soporte, y si ya hay otra planta trepando por él. Un experimento del botánico Stefano Mancuso, aquí la conferencia completa: youtu.be/gBGt5OeAQFk El tuit incluye un timelapse en el que se puede ver una planta acercándose a un soporte y finalmente agarrándolo y enroscándose sobre él.