Una pena que estas dos últimas tan viriles virtudes no le hayan servido al papa para apiadarse henchido de compasión de la niña de once años repetidamente violada y preñada por su abuelastro y a quien la fundamentalista iglesia católica, también durante este mes de octubre, ha adoctrinado y acosado para que no aborte.
|
etiquetas: papa , iglesia , aborto , biden , ley , pederastia