Desafortunadamente, el mercado de ideas es en sí mismo una mentira. A diferencia de los dispositivos o las frutillas, la utilidad de las ideas no se puede juzgar a nivel individual. El ciudadano promedio no puede comprobar, la verdad del darwinismo, la relatividad especial de Einstein o el argumento de Keynes de que la política monetaria deja de funcionar una vez que las tasas de interés llegan a cero. La nueva administración rebosa de los mismos expertos que promovieron las falsas profecías que reforzaron el orden social y económico desigual,
|
etiquetas: economia , ciencia , verdad , postverdad , varoufakis , paro