Vicepresidenta tercera del Congreso en la presente legislatura, Elizo fue una de las diputadas que se negó a respaldar a Enrique Arnaldo como nuevo magistrado del Tribunal Constitucional. Debido a su puesto, vivió desde dentro las largas y ásperas broncas de la Mesa de la Cámara sobre la retirada del escaño a Alberto Rodríguez, que no comparte. Como tampoco la reacción de Unidas Podemos, plagada, dice, de "sobreactuaciones".